Algunas ideas acerca de la numerabilidad de los conjuntos infinitos

Denis Martínez Tápanes denismt@ucm.vcl.sld.cu Dedicado a mi profesor Lorgio Batard.
(Date: Diciembre 31,2015)
Key words and phrases:
Conjunto numerable, Continuo
This paper is in final form and no version of it will be submitted forpublication elsewhere.

RESUMEN Donde se hace una revisión del concepto de numerabilidad en las matemáticas, sometiendo a crítica algunos de los teoremas hasta ahora aceptados, demostrando su inconsistencia y dando, además, elementos concretos sobre la numerabilidad de todas las potencias del conjunto de los números naturales.

ABSTRACT In which a review of the concept of countability is done in mathematics, subjecting review some of the theorems so far accepted, showing their inconsistency and also taking concrete elements on the countability of all the powers of the set of natural numbers.

1. Introduction

Como bien es conocido en el transcurso de todo el siglo XX se produjeron las tentativas de demostrar la hipótesis del contínuo. Prime-      ramente se supuso que cantor estaba equivocado, luego se vió que la hipótesis del continuo era falsa, pero más tarde se descubrió que la demostración de Julius König contení a un error (lo descubrió Zermelo).
En 194019401940 Kurt Gödel demostró que la hipótesis del continuo no puede ser refutada en el marco del sistema axiomático ZFC𝑍𝐹𝐶ZFC. Para ello, Gödel an~~𝑛\tilde{n}adió la propia hipótesis del continuo como axioma a los de ZFC𝑍𝐹𝐶ZFC y demostró que se obtenía un sistema consistente. Por otra parte, Paul Cohen demostró en 196319631963 que la hipótesis del continuo no puede ser demostrada en ZFC𝑍𝐹𝐶ZFC an~~𝑛\tilde{n}adiendo el contrario de la hipótesis del continuo a ZFC𝑍𝐹𝐶ZFC y demostrando, como Gödel, que el sistema de axiomas que se obtenía era de nuevo consistente. Es decir, la hipótesis del continuo es independiente de ZFC𝑍𝐹𝐶ZFC, lo que significa que se puede construir una teoría de conjuntos consistente donde la hipótesis del continuo sea cierta y también puede construirse una teoría de conjuntos consistente donde dicho resultado sea falso.
Este trabajo se conduce por otra vía muy diferente a la que llevó a los matemáticos del pasado siglo al callejón sin salida de la indecidibilidad de la famosa hipótesis de Cantor.
En fin de cuentas ZFC𝑍𝐹𝐶ZFC mostró ser sumamente inseguro para llegar a la verdad de la teoría, puesto que podían ser “encajadas” en su seno afirmaciones que son negación una de la otra manteniéndose ellos, en un caso y en otro, perfectamente funcionales para la teoría de conjuntos. Tal opinión era compartida por Gödel y Cohen aunque este último era más formalista. A todas luces lo único a que se ha llegado es a que la hipótesis del contínuo es, por igual, verdadera y falsa, lo cual no se puede considerar satisfactorio como solución científica. Incluso existe la opinión de que difícilmente, Hilbert hubiera aceptado tales conclusiones como respuesta a su primer problema.
Por ello, en vez de plantear un sistema de axiomas y partir de él, demuestro directamente que todo conjunto tiene la misma potencia que el conjunto de todos sus subconjuntos. Es decir, en vez de analizar la hipótesis del continuo suponiendo que ella se desprende lógicamente de una teoría en la que no hay errores, demuestro que precisamente los errores se produjeron antes de arribar a la famosa hipótesis.
La “verdad” acerca de la diferencia de cardinalidad de un conjunto y su conjunto potencia no era una tal verdad y de allí por supuesto toda la confusión posterior. Desde mi punto de vista es natural que prime-
ramente se concluyera que no existían potencias intermedias entre \mathbb{N} y \mathbb{R} puesto que el teorema 2, aquí demostrado, muestra la numerabilidad de todas las potencias a partir de \mathbb{N}.
En la segunda sección de este trabajo se muestra con claridad varios de los errores que conducen a la creencia de que el conjunto de los reales tiene una potencia mayor que el de los naturales, incluyendo la inconsistencia del método diagonal de Cantor aplicado con este fin. Los errores lógicos que aquí se sen~~𝑛\tilde{n}alan forman parte de la exposición común de la teoría de conjuntos y por tanto se han propagado a la lógica aunque es evidente que su impacto no ha llegado a las matemáticas verdaderamente importantes por su aplicabilidad que han demostrado, en la práctica, su valía como herramienta de las ciencias, sino que se ha quedado en el campo de la especulación filosófica de los neo-positivistas.
Curiosamente las matemáticas nunca estuvieron tan “inseguras” hasta el surgimiento de la rama que debía darles la mayor seguridad, es decir la Teoría de Conjuntos, que constituye supuestamente su base teórica general, su fundamento. Desde mi punto de vista, si en verdad la teoría creada por Cantor fuera el fundamento de todas las matemáticas, y no solamente la teoría que los matemáticos DESEAN que sea dicha base, toda la matemática no sería más que un cúmulo inmenso de afirmaciones inservibles; para darse cuenta de ello solamente hace falta mirar el estado de cosas presente en ese campo lleno de desacuerdos, preguntas sin respuesta, y respuestas que no satisfacen verdaderamente a nadie como es el caso del tema relacionado con la hipótesis del continuo.
En la sección 333 proponemos los teoremas que resuelven el estado contradictorio de cosas que revela la sección 222; y, por último se dan las conclusiones iniciales al menos sobre los resultados obtenidos.

2. Análisis crítico de algunos teoremas clásicos

2.1. Primer caso

La primera demostración a que queremos hacer referencia es la dada en el teorema 111 del epígrafe 222, de [1] sobre la innumerabilidad de los reales.
En dicha demostración se realiza explícitamente la suposición de la existencia de una lista que contiene todos, o una parte, de los números reales del segmento [0,1]01[0,1] y luego se supone un número construido de una manera determinada111Método diagonal de Cantor. que se diferencia de todos los elementos de la lista dada.
La construcción de tal número se realiza diferenciándolo sucesivamente de los primeros elementos de la lista pero no tiene en cuenta que la lista, al contener, por hipótesis, todos222Por otra parte, si en la lista no están todos los del segmento [0,1]01[0,1] es evidente que se puede construir uno de este segmento que no está en la lista. los elementos posibles, siempre tendrá un número que tiene sus primeras cifras decimales iguales al número que se construye y que de la misma manera que el número en construcción se diferencia de todos los anteriores, será igual, hasta donde ha sido construido, a una cantidad infinita de números posteriores; de manera que el proceso constructivo nunca puede llegar a obtener un número que ya no esté más abajo .
El principio de inducción transfinita, incluso, puede ayudar a demostrar la imposibilidad de construir un número que no está en la lista dada: El proceso de construcción genera una serie infinita de números racionales S=(0,b1),(0,b1b2),,(0,b1b2bn)𝑆0subscript𝑏10subscript𝑏1subscript𝑏20subscript𝑏1subscript𝑏2subscript𝑏𝑛S={(0,b_{1}),(0,b_{1}b_{2}),\ldots,(0,b_{1}b_{2}b_{n})}, pero si el número 0,b1b2bn0subscript𝑏1subscript𝑏2subscript𝑏𝑛0,b_{1}b_{2}b_{n} está en la lista (lo cual es indudable) estará evidentemente 0,b1b2bnb(n+1)0subscript𝑏1subscript𝑏2subscript𝑏𝑛subscript𝑏𝑛10,b_{1}b_{2}b_{n}b_{(n+1)}, por lo que puede asegurarse que todos los elementos de la sucesión S𝑆S están en la lista incluyendo su punto límite.
Otro aspecto interesante es que la demostración de este teorema en realidad usa dos condiciones independientes, por lo que tiene la forma ABC𝐴𝐵𝐶A\wedge B\Rightarrow C, donde A=𝐴absentA=(Existencia de la lista), B=𝐵absentB=(Existencia de un número construido de una forma dada), y C=𝐶absentC=(Contradicción). Por lo que lo correcto es lo contrario a la conjunción de suposiciones que se ha hecho, es decir que lo cierto es

¬A¬B=𝐴𝐵absent\neg A\vee\neg B= (No existe la lista, o de lo contrario

no puede construirse un número de la forma dada)

, pero lo anterior es cierto, como es sabido, si se cumple cualquiera de las alternativas, por lo que no demuestra realmente ¬A𝐴\neg A.
De esto se desprende que en la demostración de cierto A𝐴A por reducción al absurdo, se supone ¬A𝐴\neg A y debe realizarse un razonamiento de la forma,

(¬AB1)(B1B2)(B2B3)(BnAbsurdo)𝐴subscript𝐵1subscript𝐵1subscript𝐵2subscript𝐵2subscript𝐵3subscript𝐵𝑛𝐴𝑏𝑠𝑢𝑟𝑑𝑜(\neg A\Rightarrow B_{1})\wedge(B_{1}\Rightarrow B_{2})\wedge(B_{2}\Rightarrow B_{3})\wedge\ldots\wedge(B_{n}\Rightarrow Absurdo)

, lo cual es equivalente a

(A¬B1)(¬B1¬B2)(¬Bn2¬Bn1)(¬BnNoAbsurdo)𝐴subscript𝐵1subscript𝐵1subscript𝐵2subscript𝐵𝑛2subscript𝐵𝑛1subscript𝐵𝑛𝑁𝑜𝐴𝑏𝑠𝑢𝑟𝑑𝑜(A\Leftarrow\neg B_{1})\wedge(\neg B_{1}\Leftarrow\neg B_{2})\wedge\ldots\wedge(\neg B_{n-2}\Leftarrow\neg B_{n-1})\wedge(\neg B_{n}\Leftarrow No\,Absurdo)

2.2. Segundo caso

La segunda demostración que queremos analizar es la dada en el teorema 111 del epígrafe 333 capítulo V𝑉V de [2]delimited-[]2[2] sobre la innumerabilidad de los reales.
Aquí es necesario aclarar que la aplicación de los límites no es válida en este caso, debido a que, una desigualdad como la dada allí can𝑐subscript𝑎𝑛c\neq a_{n} puede cumplirse para todo valor finito de n𝑛n pero eso no implica que climn(an)𝑐𝑙𝑖subscript𝑚𝑛subscript𝑎𝑛c\neq{lim}_{n\rightarrow\infty}(a_{n}) (Nótese que 11+1/n,n<formulae-sequence111𝑛𝑛1\neq 1+1/n,n<\infty, sin embargo 1=limn(1+1/n))1={lim}_{n\rightarrow\infty}(1+1/n)).
Pero no sólo eso, sino que el método de construcción del número c𝑐c es tal que los intervalos elegidos sucesivamente, y cuya intersección es precisamente c𝑐c, son intervalos que necesariamente pertenecen a [0,1]01[0,1]; por tanto si bien es cierto que anpnqnsubscript𝑎𝑛subscript𝑝𝑛subscript𝑞𝑛a_{n}\notin p_{n}q_{n} también es cierto que todos los elementos de pnqnsubscript𝑝𝑛subscript𝑞𝑛p_{n}q_{n} pertenecen a [0,1]01[0,1], ya que por definición todos los elementos de [0,1]01[0,1] están en la lista (esto, por supuesto para todo valor de n𝑛n), y por consiguiente el punto intersección de todos estos sub-intervalos pertenece, también, a la lista. De manera que este procedimiento conduce a un punto que en realidad está en la lista y no fuera de ella como se quiere mostrar.

2.3. Tercer caso

Con respecto a la afirmación ampliamente aceptada de que c=20𝑐superscript2subscript0c=2^{\aleph_{0}}, podemos hacer referencia a la demostración presentada en el epígrafe 444 del cap tulo VI𝑉𝐼VI, de [2]delimited-[]2[2]. Allí se supone que se ha establecido una correspondencia unoauno𝑢𝑛𝑜𝑎𝑢𝑛𝑜uno-a-uno entre los conjuntos de puntos reales del intervalo (0,1)01(0,1) y el conjunto de todas las secuencias infinitas t=(t1,t2,)t=(t_{1},t_{2},), conformadas por ceros y unos, mediante la función

f(t=(t1,t2,))={i=1(ti/2i),tpresentaunacantidadinfinitadeceros1+i=1(ti/2i),tpresentaunacantidadfinitadeceros}f(t=(t_{1},t_{2},))=\left\{\begin{matrix}\sum_{i=1}^{\infty}(t_{i}/2^{i}),t\,presenta\,una\,cantidad\,infinita\,de\,ceros\\ 1+\sum_{i=1}^{\infty}(t_{i}/2^{i}),t\,presenta\,una\,cantidad\,finita\,de\,ceros\end{matrix}\right\}

Nótese, sin embargo, que el número 0,3030,3 es representante del conjunto infinito de los elementos de (0,1)01(0,1) que no puede estar en la imagen de esta función, en virtud de que 0,3=3/(52)033520,3=3/(5*2) mientras que, ninguna de estas sumas puede tener, por definición, un denominador que no sea, exclusivamente, potencia de dos (Por ejemplo 0,12501250,125 es admisible). Así queda claro que, al menos, esta demostración no es válida, tal y como las que hemos analizado hasta el momento.

2.4. Cuarto caso

Por último, mostremos la inconsistencia de la demostración sobre la imposibilidad de establecer una correspondencia biunívoca entre los elementos de cierto conjunto y los de su conjunto potencia correspondiente333Constitye una versión del teorema de Cantor., que aparece en [1]delimited-[]1[1]. La misma se basa en la existencia de la siguiente situación formal dado un conjunto B𝐵B arbitrario:

AB,DB,xB,((xD)(xD)\exists A\subset B,\forall D\subset B,\forall x\in B,((x\leftrightarrow D)\wedge(x\notin D)\Rightarrow
(xA))((xD)(xD)(xA))\Rightarrow(x\in A))\wedge((x\leftrightarrow D)\wedge(x\in D)\Rightarrow(x\notin A)) (2.1)

Donde xD𝑥𝐷x\leftrightarrow D es cierta correspondencia que se ha establecido entre los elementos de B𝐵B y sus subconjuntos. El hecho es que cuando deseamos conocer el estatus del propio conjunto A𝐴A debemos sustituir D𝐷D por A𝐴A y se obtiene a partir de (2.1)2.1(2.1) lo siguiente:

AB,AB,xB,((xA)(xA)\exists A\subset B,\forall A\subset B,\forall x\in B,((x\leftrightarrow A)\wedge(x\notin A)\Rightarrow
(xA))((xA)(xA)(xA))\Rightarrow(x\in A))\wedge((x\leftrightarrow A)\wedge(x\in A)\Rightarrow(x\notin A))

O sea, se ha obtenido una situación paradógica que nos lleva a concluir que no tiene lugar que xB,(xA)\exists x\in B,(x\leftrightarrow A) y por tanto no se puede establecer una correspondencia entre los elementos de B𝐵B y todos sus subconjuntos.
Veamos el asunto, ahora, un poco más profundamente: Si damos por sentada, inicialmente, la existencia de la relación unoauno𝑢𝑛𝑜𝑎𝑢𝑛𝑜uno-a-uno entre los elementos de B𝐵B y sus subconjuntos, será que (xD)(xD)(xD)(x\leftrightarrow D)\wedge(x\notin D)\equiv(x\notin D) y (xD)(xD)(xD)(x\leftrightarrow D)\wedge(x\in D)\equiv(x\in D), por lo que (2.1)2.1(2.1) quedará de la siguiente forma

AB,DB,xB,((xD)(xA))((xD)(xA))formulae-sequence𝐴𝐵formulae-sequencefor-all𝐷𝐵for-all𝑥𝐵𝑥𝐷𝑥𝐴𝑥𝐷𝑥𝐴\exists A\subset B,\forall D\subset B,\forall x\in B,((x\notin D)\Rightarrow(x\in A))\wedge((x\in D)\Rightarrow(x\notin A))

O, lo que es lo mismo

AB,DB,xB,((xD)(xA))\exists A\subset B,\forall D\subset B,\forall x\in B,((x\notin D)\Leftrightarrow(x\in A))

Pero ahora se revela algo fundamental que tiene lugar, y es que, de lo anterior, se deduce, necesariamente, que AD=𝐴𝐷A\cap D=\emptyset. Esto es consecuencia de nuestras suposiciones iniciales y no puede ser violado, por lo que es totalmente ilegal, desde el punto de vista lógico, el cambio de D𝐷D por A𝐴A que produce la contradicción en virtud de la cual se demuestra el teorema. De hecho lo que en verdad se tiene es que

((xD)(xA))(AD=)(AD)((x\notin D)\Leftrightarrow(x\in A))\Rightarrow(A\cap D=\emptyset)\Rightarrow(A\neq D)

Por lo que lo que la igualdad de A𝐴A y B𝐵B conduce necesariamente a lo que sigue

((xD)(xA))(AD)(A=D)((x\in D)\Leftrightarrow(x\in A))\Leftarrow(A\cap D\neq\emptyset)\Leftarrow(A=D)

Es decir, no se produce la paradoja, y para ello solamente es necesario respetar la propia lógica formal444En el teorema 222 de la siguiente sección se demuestra de manera contundente que el teorema de Cantor (Cardinal de x\neq Cardinal de P(x) ) es completamente falso. .

3. Propuestas teóricas concretas ante la situación planteada en la sección 222

Definición.Un Pconjunto𝑃𝑐𝑜𝑛𝑗𝑢𝑛𝑡𝑜P-conjunto (Pc)𝑃𝑐(Pc) es un conjunto que posee una propiedad P𝑃P dada que garantiza que:1-Un conjunto Pc𝑃𝑐Pc puede representarse como la unión de cualquier cantidad, finita o numerable, de otros conjuntos que también son Pc𝑃𝑐Pc y toda unión de cualquier cantidad, finita o numerable, de conjuntos Pc𝑃𝑐Pc es tambi n Pc𝑃𝑐Pc. 2-Si un conjunto A𝐴A es no Pc𝑃𝑐Pc entonces el conjunto AB𝐴𝐵A-B, donde B𝐵B es finito y BA𝐵𝐴B\subset A, es no Pc𝑃𝑐Pc.
Teorema 1.Existe al menos un Pc𝑃𝑐Pc infinito que no tiene ningún subconjunto Pc𝑃𝑐Pc diferente de él mismo.
Demostración.Supongamos lo contrario. Entonces un conjunto infinito A𝐴A, arbitrario pero que no es Pc𝑃𝑐Pc, tendrá un subconjunto Pc𝑃𝑐Pc y podrá por tanto representarse como

A=Pc1A1𝐴𝑃subscript𝑐1subscript𝐴1A=Pc_{1}\cup A_{1}

El conjunto A1subscript𝐴1A_{1} es infinito, ya que de lo contrario se pudiera escribir AA1=Pc1𝐴subscript𝐴1𝑃subscript𝑐1A-A_{1}=Pc_{1}, donde el miembro derecho es Pc𝑃𝑐Pc mientras que el izquierdo, en virtud de lo definido en el punto 333, no es Pc𝑃𝑐Pc y se generaría una contradicción.
Pero A1subscript𝐴1A_{1} debe tener también un subconjunto Pc𝑃𝑐Pc diferente de él mismo como consecuencia de nuestro supuesto, por lo que podemos escribir

A=Pc1Pc2A2𝐴𝑃subscript𝑐1𝑃subscript𝑐2subscript𝐴2A=Pc_{1}\cup Pc_{2}\cup A_{2}

Donde A2subscript𝐴2A_{2} es infinito, ya que de lo contrario se pudiera escribir AA2=Pc1Pc2𝐴subscript𝐴2𝑃subscript𝑐1𝑃subscript𝑐2A-A_{2}=Pc_{1}\cup Pc_{2}, donde el miembro derecho es Pc𝑃𝑐Pc, en virtud de lo planteado en el punto 222, mientras que el izquierdo, gracias a lo definido en el punto 333, no es Pc𝑃𝑐Pc y se generaría una contradicción.
El procedimiento puede repetirse n𝑛n veces manteniendo las mismas suposiciones y obtenerse

A=(i=1nPci)An𝐴superscriptsubscript𝑖1𝑛𝑃subscript𝑐𝑖subscript𝐴𝑛A=(\bigcup_{i=1}^{n}Pc_{i})\cup A_{n}

En el límite, cuando n𝑛n\rightarrow\infty, se suponen “extraídos” todos los Pc𝑃𝑐Pc pero la situación debe mantenerse quedando una representación análoga a la anterior, es decir

A=(i=1Pci)(limnAn)𝐴superscriptsubscript𝑖1𝑃subscript𝑐𝑖𝑙𝑖subscript𝑚𝑛subscript𝐴𝑛A=(\bigcup_{i=1}^{\infty}Pc_{i})\cup(lim_{n\rightarrow\infty}A_{n})

Donde (limnAn𝑙𝑖subscript𝑚𝑛subscript𝐴𝑛lim_{n\rightarrow\infty}A_{n} ) no puede ser un conjunto finito, ya que de lo contrario se pudiera escribir A(limnAn)=(i=1Pci)𝐴𝑙𝑖subscript𝑚𝑛subscript𝐴𝑛superscriptsubscript𝑖1𝑃subscript𝑐𝑖A-(lim_{n\rightarrow\infty}A_{n})=(\bigcup_{i=1}^{\infty}Pc_{i}), donde el miembro derecho es Pc𝑃𝑐Pc, en virtud de lo planteado en el punto 222, mientras que el izquierdo, gracias a lo definido en el punto 333, es no Pc𝑃𝑐Pc y se generaría como en el caso anterior, una contradicción.
De aquí se deduce que (limnAn𝑙𝑖subscript𝑚𝑛subscript𝐴𝑛lim_{n\rightarrow\infty}A_{n}) es un conjunto infinito y no posee un subconjunto Pc𝑃𝑐Pc ya que el procedimiento de “extracción” de subconjuntos Pc𝑃𝑐Pc se ha llevado al límite en que todos pasaron a la unión (i=1Pcisuperscriptsubscript𝑖1𝑃subscript𝑐𝑖\bigcup_{i=1}^{\infty}Pc_{i} ). Sin embargo esto contradice nuestra suposición de que todo conjunto infinito tiene un subconjunto Pc𝑃𝑐Pc. El teorema está demostrado.
En la parte correspondiente a las conclusiones se expondrán las consecuencias profundas de este teorema.
En relación con la numerabilidad de los reales proponemos, ahora, lo siguiente:
Teorema 2. Si cierto conjunto A𝐴A es numerable, entonces su conjunto potencia P(A)𝑃𝐴P(A) es igualmente numerable.555Esto constituye un contraejemplo al teorema de Cantor que demuestra su falsedad.
Demostración. Se tiene que, por ser A𝐴A numerable, se puede poner en forma de lista

A={α1,α2,α3,,αn,}A=\left\{\alpha_{1},\alpha_{2},\alpha_{3},\ldots,\alpha_{n},\right\}

Entonces el conjunto P(A)𝑃𝐴P(A) se puede ordenar de la siguiente forma: Definamos la altura hh del subconjunto dado como la suma de los subíndices de sus elementos; es decir, la altura de {α1}subscript𝛼1\left\{\alpha_{1}\right\} es igual a la unidad “111”, mientras que la altura de {α1,α2}subscript𝛼1subscript𝛼2\left\{\alpha_{1},\alpha_{2}\right\} es igual a “333”. Para cada altura en particular se tendrá una secuencia evidentemente finita Shsubscript𝑆S_{h} de subconjuntos de la misma altura; por ejemplo será

S1={{α1}}subscript𝑆1subscript𝛼1S_{1}=\left\{\left\{\alpha_{1}\right\}\right\}
S2={{α2}}subscript𝑆2subscript𝛼2S_{2}=\left\{\left\{\alpha_{2}\right\}\right\}
S3={{α3},{α1,α2}}subscript𝑆3subscript𝛼3subscript𝛼1subscript𝛼2S_{3}=\left\{\left\{\alpha_{3}\right\},\left\{\alpha_{1},\alpha_{2}\right\}\right\}
\vdots
S20={{α20},{α1,α19},,{α1,α2,α17},,{α1,α2,α3,α14},,{α2,α3,α4,α5,α6}}subscript𝑆20subscript𝛼20subscript𝛼1subscript𝛼19subscript𝛼1subscript𝛼2subscript𝛼17subscript𝛼1subscript𝛼2subscript𝛼3subscript𝛼14subscript𝛼2subscript𝛼3subscript𝛼4subscript𝛼5subscript𝛼6S_{20}=\left\{\left\{\alpha_{20}\right\},\left\{\alpha_{1},\alpha_{19}\right\},\ldots,\left\{\alpha_{1},\alpha_{2},\alpha_{17}\right\},\ldots,\left\{\alpha_{1},\alpha_{2},\alpha_{3},\alpha_{14}\right\},\ldots,\left\{\alpha_{2},\alpha_{3},\alpha_{4},\alpha_{5},\alpha_{6}\right\}\right\}
\vdots

Ahora solo falta poner A𝐴A como la lista de sucesiones según la altura

P(A)={{},S1,S2,,Sn,}𝑃𝐴subscript𝑆1subscript𝑆2subscript𝑆𝑛P(A)=\left\{\left\{\emptyset\right\},S_{1},S_{2},\ldots,S_{n},\ldots\right\}

El teorema está demostrado.
De más está decir que, si este teorema es incorrecto (y es bastante evidente que lo que ocurre es lo contrario), la numerabilidad de los racionales queda anulada debido a que el esquema lógico de ambas demostraciones es sumamente análogo.

3.1. Método de conteo para los reales

Por último, vamos a proponer una manera de “contar” los reales del intervalo [0,1]01\left[0,1\right], en lo que hemos denominado “Procedimiento de Conteo por Capas” (Layered count procedures): La primera capa está conformada por 101010 elementos

0,00,10,20,9000102090,0\ldots 0,1\ldots 0,2\ldots\ldots\ldots 0,9

La segunda capa está constituida por 100100100 elementos generados introduciendo en cada uno de los anteriores los dígitos desde el cero hasta el nueve en la segunda cifra después de la coma. Por ejemplo será

0,00,10,9(0,00    0,01 0,09)(0,10    0,11 0,19)(0,90    0,91 0,99)matrix000109000001 009010011 019090091 099\begin{matrix}0,0&0,1\ldots&\ldots 0,9\\ (0,00\;\;\;\;0,01\;\ldots\;0,09)&(0,10\;\;\;\;0,11\;\ldots\;0,19)\ldots&(0,90\;\;\;\;0,91\;\ldots\;0,99)\end{matrix}

Así se puede continuar asignando un número natural a cada elemento de cada capa de izquierda a derecha y comenzando por la primera capa. Está claro que cada elemento se autogenera en la capa posterior por lo que en la capa de altura hh solo será necesario numerar 10h10h1=910h1superscript10superscript1019superscript10110^{h}-10^{h-1}=9*10^{h-1} elementos a exepción de la primera. Es indudable que en esta lista, por capas, estarán todos reales de [0,1]01\left[0,1\right] sin que falte ninguno de ellos a pesar de que los irracionales estarán confinados en la capa correspondiente al paso al límite n𝑛n\longrightarrow\infty; pero los naturales siempre serán suficientes no importa la altura de la capa.

4. Conclusiones

El problema de los Pconjuntos𝑃𝑐𝑜𝑛𝑗𝑢𝑛𝑡𝑜𝑠P-conjuntos tiene una importante consecuencia para los fundamentos de las matemáticas debido a que, si se cambia la denominación de Pconjuntos𝑃𝑐𝑜𝑛𝑗𝑢𝑛𝑡𝑜𝑠P-conjuntos por “conjuntos numerables” y la propiedad P𝑃P se identifica con la igualdad con el conjunto de los naturales en cuanto a potencia se refiere, se llega a la conclusión (horrorosa, pero incuestionable) de que existe al menos un conjunto infinito que no contiene un subconjunto numerable. Sin embargo también existe la demostración de lo contrario. Pero, como la demostración de que, en efecto, todo conjunto infinito posee un subconjunto numerable es indiscutible, se produce la tendencia natural a cuestionar la demostración que aquí se ha presentado.
En ese sentido hay dos elementos que deben valorarse con especial atención. En caso de haber un error en la demostración del teorema 111, debe sospecharse, en primer lugar, de la suposición, realizada en ella, de la existencia de algún conjunto infinito que no es pconjunto𝑝𝑐𝑜𝑛𝑗𝑢𝑛𝑡𝑜p-conjunto lo cual coincide, una vez hecho el cambio de denominación, con la suposición de que existe un conjunto infinito que no es numerable y, en segundo lugar, el paso al límite, también efectuado en esta demostración, como procedimiento que puede darse por concluido y que permite la “extracción” de TODOS los, determinados, subconjuntos de cierto conjunto.
En definitiva, para escapar de la paradoja “Todo conjunto infinito tiene y no tiene un subconjunto numerable” debe aceptarse una proposición evidente: “Todos los conjuntos infinitos son numerables”, o por el contrario es ilícito en general el paso al límite en teoría de conjuntos.
Aquí, la idea de que todos los conjuntos infinitos sean numerables es al parecer la más débil; sin embargo no debe desechársele tan a la ligera. Téngase en cuenta que, como alternativa, se tiene una aceptación expresa del rechazo a considerar a los procesos que involucran al infinito como algo acabado en algún momento, y la desconfianza consecuente respecto a los pasos al límite tan necesarios y generalizados. En tal caso, por ejemplo, una vez dado A=(i=1Pci)(limnAn)𝐴superscriptsubscript𝑖1𝑃subscript𝑐𝑖𝑙𝑖subscript𝑚𝑛subscript𝐴𝑛A=(\bigcup_{i=1}^{\infty}Pc_{i})\cup(lim_{n\longrightarrow\infty}A_{n}), el conjunto limnAn𝑙𝑖subscript𝑚𝑛subscript𝐴𝑛lim_{n\longrightarrow\infty}A_{n} seguirá conteniendo al menos un Pc𝑃𝑐Pc y pasando al límite, cuantas veces se quiera, seguirá sucediendo lo mismo, por lo que nos enfrentamos a un procedimiento nunca acabado que contradice la idea del infinito actual, por lo que, de alguna manera, si se acepta la idea del infinito actual se acepta al mismo tiempo que todos los conjuntos infinitos son numerables.
El infinito actual suele ser, sin embargo, el reflejo, en las matemáticas, de la verdad indiscutible que expresa la infinitud del mundo en general, infinitud que no puede ser concebida por mentes estrechas, que no pueden imaginar una verdad más allá de la que pueden construir con sus propios pensamientos.
Del teorema 222 se deduce que todas las potencias de \mathbb{N} son numerables y se produce el dilema siguiente: \mathbb{R} es numerable, o no es la potencia del conjunto \mathbb{N}. Es decir será c=0𝑐subscript0c=\aleph_{0} o por el contrario c20𝑐superscript2subscript0c\neq 2^{\aleph_{0}}. Sin embargo se ha realizado la propuesta del conteo de los reales de [0,1]01\left[0,1\right] “por capas”. De aquí que todas las potencias de \mathbb{R} sean numerables.
Nótese, por otra parte, que la situación contradictoria a la que se llega en el caso del teorema de la imposibilidad de establecer una relación unoauno𝑢𝑛𝑜𝑎𝑢𝑛𝑜uno-a-uno entre los elementos de un conjunto dado y sus subconjuntos (Cuarto caso), es totalmente equivalente a lo que sucede con la paradoja del barbero y todas las paradojas análogas a ella. Por lo que se puede afirmar que el problema que introdujo a las matemáticas en una gran crisis, es simplemente el resultado del error. Por lo que habría que ver hasta qué punto han sido necesarios todos lo esfuerzos para deshacerse de las paradojas.
Por último quiero referirme, de forma somera, al problema de “la medida”. Es indudable que en base a los resultados que he obtenido aquí, todos los conjuntos numéricos y sus productos cartesianos serán de medida cero. Este problema, sin embargo, será tratado en posteriores investigaciones y para nada es indicio de contradicción en los análisis aquí efectuados que se basan en demostraciones evidentes. Es más razonable, en vista de lo que se ha expuesto, que el cúmulo de errores lógicos sea bastante grande en la teoría actual que tiene como base la aceptación de absurdos como los tratados en los casos dese el uno hasta el cuatro de la segunda sección de este artículo.

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